"No sé cuántas cosas se pueden encontrar en el ojo izquierdo de una persona. Pero sé que en tus labios yo pude encontrar amor sin fin y me hizo enloquecer."

miércoles, 19 de mayo de 2010

Lenguaje del Gato


¿Podemos aprender los humanos “idioma gatuno”? ¡Sí!
El gato
se comunica con nosotros y con sus congéneres a través de sonidos,
señales y marcas que forman un código perfecto. Si nos centramos en los
sonidos, en el “idioma” formado principalmente por las vocalizaciones
que nosotros conocemos y paramos a escuchar detenidamente, encontraremos
cientos de sonidos distintos que hacen que nos hagamos la eterna
pregunta ¿qué estará diciendo?

Hoy sabemos que es posible aprender el idioma de los gatos, el idioma
de las vocalizaciones. Esto lo logramos basándonos en el análisis de
estos sonidos, haciendo un estudio del sonograma y fijándonos en
detalles como por ejemplo, dónde pone el énfasis en el MIAU, o la
frecuencia de sus ronroneos.

Las vocalizaciones que el gato utiliza para comunicarse con su
propietario resultan de la referencia que él obtiene observando el
comportamiento de su propietario, la forma en la que éste reacciona
cuando el gato emite determinada vocalización. Una vez que nuestro gato
sepa qué frecuencia de maullido debe emitir para conseguir lo que se
propone, debido a nuestra reacción al oírla, se le quedará grabada de
forma que la pueda utilizar cada vez que la necesite para utilizarla con
nosotros.

Según estudios llevados a cabo por M. Moelk, el objetivo del gato se
puede “adivinar” en función de la intensidad de pronunciación de las
letras que forman el MIAU.

Una “M” muy marcada indica una intensa necesidad de contacto. Una “i”
larga, señala dolor, e incluso angustia, una “a” larga demanda la
necesidad urgente de algo, mientras que un pronunciado “ou” se
interpreta como frustración, como el fracaso cuando el gato nos ha
pedido algo: hay una hembra cerca, la huele, la oye, quiere salir y no
abrimos la puerta. De esta forma podemos aprender a entender qué desea
nuestro gato atendiendo a sus maullidos. Además podemos interpretar
otros sonidos que a pesar de sonar cómicos al transcribirlos, forman
también parte de su lenguaje y podemos analizarlos en sonogramas, como
los “mhrm”, “purrr”, “aaaoaaa” que emite una madre cuando sus cachorros
le reclaman atención y quiere calmarles.

El gato es una animal inteligente, esto se refleja en su forma de
comunicación con los humanos. Repetirá tantas veces como haga falta un
sonido determinado, hasta que consiga lo que quiere. Este maullido será
diferente en función de lo que el gato demande. Los gatos han aprendido a
lo largo del tiempo con nosotros, que encontramos agradables los
sonidos de alta frecuencia y corta duración y esos serán los que empleen
en su comunicación con los humanos.